sábado, 3 de enero de 2009

Desde que se retiró
desde esa maldita formalidad
¿repetir las palabras aquí?

prefiero advertir que tengo una buena memoria
bueno bueno
desde que se despidió
asi crudo, como él
es que constantemente
me visita una sombra,
me veo en su profundidad
en las noches
y
la sombra lo inunda todo
el cuarto se transforma en un escenario
de bailes y
de lúgumbres movimientos

los miedos de infancia
reresan a veces

me doy vuelta a mirarlos
ellos me hablan
y me pregunto por qué me siguen

en otros momentos
me encuentro
convertida en niña
jugando
toda la tarde
y mi madre llamando varias veces
en la puerta
y yo corro
corro a pedirle
unos minutos más
mientras mis amigos
me esperán
sentados en la vereda
con el tiempo entre sus manos.

2 comentarios:

Carlos Lucero dijo...

bonito bonitooooo
volver es tan imposible como estar aca..
ya pasó, paf

besos

P.S. no puedo ser tu primer comentario!!!
esta bueno lo que haces..hay pocas cosas piolas para leer...
te felicito..

Anónimo dijo...

Como esto no va a ser profundo ¡DIOS!
¿Quién te dijo que escribías como “crees o creen que escribes”?

Para mi la poesía no se mide en lo complejo, ni en la métrica de las rimas, ni en las palabras difíciles que ciertos personajes pueden encontrar en “sinónimos de Word”, ni “en como” o “de que forma” se tratan los sentimiento que en si se vuelve o es, en propiedad de si misma, la poesía… sin importar que sea tan militante como la mía, o tan inocente y frágil como la tuya. Sin importar que sea soberbia o brutal como la poesía de Rocka, memorable como la poesía de Neruda, popular como la de Parra, irónica, sensible, sentimental, tierna, insolente, rebelde o fúnebre.

Alguien dijo una vez que lo importante de la poesía no es el significado de esta, ni las significaciones que produce o quiere plasmar en ella el autor; sino las emociones que aquel pedazo de papel escrito puede generar en un alma predispuesta a comprenderla.

Saludos y te veo por la vida.

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